Hace veintitantos años empezaba a trabajar como médico de familia. No eran tiempos tan difíciles como ahora, o al menos así me parecía, aunque las hipotecas alcanzaban el 16 % .Era R1 en el 83, recién llegado el PSOE, y aún sonaban los ecos de Alma Ata y la reforma de la Medicina General propuesta por Segovia de Arana en el Gobierno de la UCD. Pensaba entonces que era protagonista- con tantos otros- de una nueva época acorde a los tiempos de cambio político y social. No me sentía “trabajador-funcionario”. Al contrario, mi empresa (INSALUD) era la única que conocía y dejé en ella - como tantos- esfuerzos y sacrificios sin pedir recompensa salvo un salario escaso en comparación al de otros colegas europeos. Entonces atendíamos a pacientes, y no a clientes, como los nuevos modelos de gestión propugnan actualmente.
Hoy estamos en crisis, y nos bajan el salario (realmente, en Madrid llevamos ya tres años con rebajas de salario, antes de que se reconociera la famosa crisis: aún espero que me paguen el nivel IV de carrera profesional al que tengo derecho desde hace al menos 2 años) y nos harán trabajar media hora más al día en aras de mejorar la productividad. Bueno, en realidad esto significa que estaremos en deuda con nuestra empresa (SERMAS) en torno a unos 16 días al año y que los pagaremos fuera de nuestra jornada de trabajo. Sí, habéis acertado…trabajando en turno contrario, pongamos que, por ejemplo, para tapar huecos de compañeros enfermos. Si yo trabajo de 8 a 3 AM, algún día, además, trabajaré de 3 a 9 PM. ¿A que así seré más productivo?. Claro, trabajando 14 horas se produce más que con 7 horas.
Imagino que algunos gestores deben estar frotándose las manos ahora que será más fácil “gestionar y tapar huecos”. También, por qué no, algunos pacientes, como así lo han hecho saber en algunos foros y Blogs.
En un afán colaborador, hago algunas propuestas para que realmente esas horas de más redunden en beneficio de mis pacientes y no sean motivo de atricción para los sanitarios. Obviamente, hablo desde mi perspectiva, porque habrá otras , tantas como médicos bajo esta carpa divina. Además, los sindicatos también se mueven.
1.- Quiero fichar ¡ya!. Porque llego a mi centro a las 8 AM cuando aún no lo han abierto y salgo –acabada la consulta, reunido con mi residente o/y estudiante, atendidos los avisos domiciliarios y hecha toda la “ burocracia” pendiente- muchos días a las 4,30-5,30 PM.
Y quiero que se me devuelvan las horas trabajadas de más.
2.- Las horas que “debemos” se pueden reutilizar en realizar actividades de formación no remuneradas, claro está, sean presenciales o a distancia. Actualmente dispongo de 6 días anuales para actividades de formación o asistencia a congresos (sea docente o discente, incluso en mi misma empresa). Pero no es suficiente. ¡La última vez que participé como ponente en unas jornadas organizadas por mi empresa, casi no llego porque antes tuve que pasar consulta en mi centro!.La solución que he tomado es utilizar mis días de libre disposición y vacaciones para complementar dichas actividades.
No estoy pidiendo suplente, ojo. Este año sólo lo he tenido en 15 días de mis vacaciones. El resto de días ha sido a “coste cero”: lo han sufrido mis compañeros y mis pacientes, claro
está.
3.- Las horas que “debemos” se pueden reutilizar en realizar actividades de investigación no remuneradas.
A pesar de las dificultades descritas, al final de año, mi empresa me agradece que haya hecho tanta actividad docente e investigadora a costa de mis días libres, hecho que mi familia me reprocha, como es natural.
4.- Las horas que “debemos” se pueden destinar a realizar actividades en la comunidad. ¿No soy especialista en Medicina de Familia y Comunitaria?. Así participaré en talleres de educación sanitaria dirigidos a pacientes, reuniones con figuras claves de la comunidad, asistencia a grupos de riesgo…
5.- Las horas que “debemos” se pueden destinar a realizar actividades en comisiones, grupos de trabajo,…propias de mi empresa. No sé por qué muchas reuniones son fuera de mi horario laboral y se considera que las realizo por amor al arte o por “devoción y compromiso con la empresa”. Me las deben.
6.- Me encantaría disponer de mi despacho media hora más todos los días. El problema es que a las 3 PM mi compañera de la tarde “me echa” porque tiene que empezar a pasar su consulta. Por desgracia, los centros de salud están organizados para trabajar turnos de 7 horas (de 8 a 15 h y de 14 a 21 h).
Estas son algunas propuestas. Deberé 16 horas al año, pero he calculado que mi empresa me debe, por actividades realizadas fuera de mi horario, al menos 36 horas.
Estoy esperando que se me devuelvan.
Y a los pacientes encantados de que a los médicos se nos empiece a considerar como “productores”, un aviso: no fabricamos clavos o zapatos (trabajos muy dignos), amigos, atendemos pacientes. Y no es lo mismo estar dos horas en consulta atendiendo pacientes que 3...o… 4...o...5…o…6 horas . Yo he conseguido tener menos demora eliminando los veinte minutos sindicales utilizables para ir al baño y tomarme un café (y para tomar oxígeno antes de reanudar la consulta). ¡Ah, y ruego que se me añadan estos 20 minutos/día a las horas de más que se me deben!.
Si es que somos unos señoritos...