Hablaba el otro día de relaciones con la industria. Al poco leía una frase en internet donde un colega establecía su ausencia de conflicto de intereses en un acto público dirigido a profesionales. Me gustó:
"Declaración de conflicto de intereses: “… no cobraré por mi presencia y participación, no se cobra a los asistentes, lo soportan la …y la Fundación….”.
Cuando asistes a una reunión médica quieres saber a quién vas a escuchar. A veces la fama precede al ponente, otras veces un curriculum escueto te resume su trayectoria profesional. Pero, a pesar de todo, es difícil saber si aquél es completamente libre para emitir sus juicios, sea el tema exclusivamente científico o relacionado con aspectos más sociosanitarios o profesionales.
En lo concerniente a la publicación escrita , una buena medida fue la tomada por El Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (ICMJE) , que publicó en el año 2001 un primer documento sobre este asunto (International Committee of Medical Journal Editors. Uniform Requirements for Manuscripts Submitted to Biomedical Journals: Writing and Editing for Biomedical Publication. February 2006), modificada este año (Toward More Uniform Conflict Disclosures — The Updated ICMJE Conflict of Interest Reporting Form).
Otra iniciativa ejemplar en esta dirección ha sido la Declaración de la Asociación Médica Mundial (AMM) sobre conflictos de intereses.
Todos deseamos calibrar mejor las opiniones , juicios y conclusiones de los “expertos” que completan nuestra formación. Aunque casi siempre nos referimos a las posibles relaciones con la industria farmacéutica (que puede condicionar lo que aquéllos dicen u omiten), añado aquí posibles situaciones condicionantes de un juicio objetivo dependiendo del tema tratado :
1.- Ser médico de a pie vs ser médico gestor o directivo
2.- Trabajar para un sindicato (de clase o no) u otra institución , sociedad científica (p ej semg vs semergem vs semfyc o anestesia vs medicina intensiva)
3.- Trabajar para empresa pública o privada
3.- Colaborar con la industria farmacéutica
4.- Pertenecer a alguna orden religiosa , antroposófica o similar
Centrándonos en los conflictos de intereses en relación con la industria farmacéutica, que son los más aparentes , todavía se recuerda la noticia del NYT acerca de que 56% de
los “expertos” que trabajaron en la edición de 1994 del manual Diagnostic and Statistical Manual (DSM IV) habían recibido, por lo menos una vez, dinero de la industria farmacéutica entre 1989 y 2004.
Para acabar , declaro aquí mi conflicto de intereses. Así que ya sabéis: echarme a los leones…
...“ha colaborado como coordinador nacional para atención primaria en ensayos clínicos internacionales patrocinados por Astra Zéneca y Glaxo-SmithKline
y ha sido investigador principal o secundario en estudios nacionales realizados por Astra Zéneca, Boehringher, MSD, Glaxo-SmithKline y Abboth. También ha escrito monografías o impartido cursos o conferencias esponsorizadas por Boehringher, Pfizer, Astra-Zéneca, Glaxo-smithKline, Chiesi, MSD , y Almirall. También ha participado en Comités consultivos para Glaxo-SmithKline, Nycomed y Novartis ".
PS: Acababa de escribir estas líneas y cayó en mis ojos este post de El Rincón de Sísifo, que da otra vuelta de tuerca al asunto , aportando mayor riqueza a la discusión. Muy recomendable.
Gracias por la mención, Eduardo. La entrada a la que aludes es un copia y pega de un editorial de Evidencias en Pediatría. Sudé tinta para hilvanarlo pero, me ha servido para ordenar las ideas sobre este peliagudo asunto y comprobar que es peor de lo que muchas veces nos parece.
ResponderEliminarUn cordial saludo.
CARLOS
P.d: enhorabuena por el blog. Es una iniciativa estupenda ;)
Gracias, Carlos. Pero al César lo que es del César, y conocí la noticia gracias a tí.
ResponderEliminarFelicidades por tu Blog y recuerdos a tus "colaboradores habituales" de la foto.
Un abrazo.
eduardo.