sábado, 11 de junio de 2011

Mi congreso…¡y mi bolsa de lunares con gadgets!:



La llegada en AVE, luminosa. Corriendo al Congreso. Llego tarde al taller de “coaching” y no me dejan entrar (Brrr, las salas son enanas , no cabe nadie, y gasté un día de docencia para esto…). Pero acabo en “Foro docente” oyendo a  Pablo Bonald sobre el eterno de Medicina de Familia y Universidad : sigue en la brecha, anda que tiene moral .
La sesión inagural. Conferencia de  Vicens Navarro. Parece Vicente Ferrer pero en versión marxista. Gana a la audiencia cuando dice:” le he dicho a mi secretaria que sólo me ponga cuando llamen los sindicatos y los de la primaria” (risas del público).
Vitriólicas consideraciones sobre el déficit de gasto social en España, comparado con el resto de la Europa civilizada. Aunque propone subida de impuestos “  a los que más tienen”. Ahí nos ponemos casi todos a temblar.
El cóctel. Me sitúo estratégicamente al lado del jamón Serrano. Hablo con Manolo y su barba salvaje (está igual, ya prometía de resi lo que ahora es). Conozco a Enrique, de Madrid. Acabó este año, flamante  MF. Lamenta no haber publicado, se apura por el futuro, no lo tiene claro. Le cuento cosas de cocinilla de vetusto MF. Le digo que no envidie a la R4 de trauma por lo mucho que ha publicado sobre prótesis de cadera, que existen los “medical writers” , que vale más lo que hagas por ti mismo. “Pero eso no da puntos ni una plaza”. Es práctico.
La noche. Velando armas. Estudiando  y releyendo el póster que defiendo mañana. Me acostaré a las 3 , dándole vueltas a los recovecos y flaquezas del estudio, respondiendo a posibles preguntas inesperadas, releyendo los artículos originales de la bibliografía. Recuerdo haber leído sobre un afamado colega que pasaba horas antes de su exposición preparándola al detalle, ensayándola ante el espejo. Lo que parece fácil y acaba en 5 minutos requiere horas de ensayo.
La mañana. El día D. Quiero entrar en la sala, pero una amable señorita me dice que está llena. ¡ Pero si tengo que hablar ahí dentro!.”Bueno, pase, pero tendrá que estar de pie”. Vale. Espero mi turno. Escucho y miro, pero atiendo poco a lo que dicen, prefiero los acentos, las modulaciones de la voz, tan diferentes . Me fijo en los zapatos, en el vuelo de una falda, la agitación al respirar, en la firmeza al hablar o mantener la mirada ante el público.
Y llega mi turno…
La comida. Me apura llegar solo a un sitio tan grande sin amigos. Pero me siento junto a la puerta y le echo morro. Conozco a Mariela, de Perú, R3 de Valencia. Y a Pilar, en Teruel, y a colegas de Cataluña. Hablamos, reímos y lloramos por todo y por las cosas de la sanidad Catalana (cuando las barbas de tu vecino …). Les digo que soy de Reus, para simpatizar (pero mi vida ha dado muchas vueltas desde entonces).
La tarde , dedicada a  "Second life" con Marta, Jose Antonio y Arturo.Cuatro horas virtuales. Interesante para comunicarse y aprender . A profundizar que la virtualidad potencia el aprendizaje. Lo miraré.
La noche. Esperaba la llamada del delegado de N, (“dame tu móvil, te llamaré si hacemos algo” ), pero claro que no llama. Tengo mejor compañía: ha llegado Vicente y salimos a ver la noche de Zaragoza. Cañas, empañadillas, champiñones y café. Y visitamos a los “indignados”, acampados frente al Pilar. Entramos a ver a la Virgen del Pilar. Y es que entra el niño que yo fui los siete primeros años de mi vida, aquí en Zaragoza.
Recuerdo pocos congresos donde disfrutara. Fueron dos, donde no tenía que presentar nada: Santiago Y Sevilla, con Raquel y Gema, y sus amigas. Ribeiro y mojitos, y salsa. ¡Ah, que viejos tiempos!. Momentos para pasear por la ciudad, ver a  gente feliz  y no tener más preocupaciones.
Otra vez al Hotel, a velar armas. A pasarlo mal de nuevo. Porque mañana participo en un   "symposium" paralelo al Congreso. Pero hablo de lo que me gusta. Le dejo a Jesús que cuente lo  de la EPOC, que yo parlaré de cómo aprendemos.
La sala, más espaciosa y ventilada. Nos acompaña Vicente y Raquel , atenta. Hay que esperar 15 minutos porque el moderador que nos antecede falta a su papel. Nos tragamos su demora. Los asistentes son jóvenes en su mayoría. Casi nadie sabe qué es la  GOLD, ni el Dr  Marcus Welby. No es problema, tienen otros conocimientos y otras necesidades. De eso hablamos, del aprendizaje de adultos.
La comida de nuevo. Con Tomás, Juan Carlos y sus resis (¡qué envidia!). Me doy cuenta de que he olvidado mi bolsa con  "gadgets" del Congreso: bolígrafos-pluma  de los que me gustan, dos estaciones meteorológicas portátiles, cremas …Pregunto y voy de aquí para allá pero se ha perdido, extraviado, usurpado, volatilizado. Busco la cara del asesino en los pasillos. Me piden un teléfono por si se encuentra, para darme esperanzas. Sé que no volverá a mis manos…
La última sesión. Escucho a  Rafa Bravo, envidiable en su inmensa humanidad, con sus tres comensales. Interesante, ya me llevo algo en mi zurrón, especialmente Helena Bascuñana con lo del   e-Dis y el e-Therapy learning.
Me vibra todo. Es el móvil. Me dicen que me presente en Secretaría. Bajo apresurado. ¡Mis gadgets!. Pregunto. Me dicen que me presente al reparto de premios, que soy candidato. Lamento no poder asistir, me reclama mi AVE. Irá Vicente, por si acaso. Sensación agridulce.
Regreso cabizbajo. Tomo el AVE. Reconozco  una cara entre el pasaje. Será del congreso porque lleva un Harrison en la mano (¿para leer ?). La ayudo con la maleta. El azar nos sienta juntos, separados por el pasillo. Buen principio para una película. Pero cierro los ojos y ella lee. Antes llama Vicente: nos han dado el premio.

2 comentarios:

  1. ¡¡¡Enhorabuena por el premio!!! Parece el colofón a un congreso-pesadilla con la dichosa bolsita de los gadgets.
    Un abrazo.

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  2. Muchas gracias, Antonio. Realmente el premio fue un accésit y los "gadgets" eran "pichiguilis".

    Un fuerte abrazo.
    Eduardo.

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